Los bonsáis son árboles enanos cuyo cultivo se consigue gracias a un arte milenario surgido en el antiguo oriente. Durante siglos, estuvieron ligados a la nobleza y a los religiosos, y se creía que aseguraban la eternidad. En la actualidad son accesibles a todo el mundo y cualquiera puede emprender la aventura de cultivar un bonsái ideal, pero es fundamental saber cuáles son los cuidados básicos que necesita.
¿El bonsái es de interior o exterior?
Una de las preguntas más frecuentes es si el bonsái es de interior o exterior. Aunque sean pequeños, siguen siendo árboles, y esto nos dará una idea del tipo de entorno que necesitan. Deben ubicarse en zonas donde obtengan aire, sol y luz, y tanto mejor si reciben también el agua de la lluvia y la humedad nocturna. Así pues, un emplazamiento ideal para ellos sería el balcón, la terraza, o una ventana. En realidad, no existen bonsáis de interior o de exterior, ya que, al igual que muchas otras plantas, se han adaptado a diferentes condiciones ambientales.
El concepto de “plantas de interior” se utiliza para definir a esas especies que se van a cultivar en condiciones distintas a las que tendrían en su medio natural, y por lo tanto debemos crear un ambiente en casa que se parezca al original. En cualquier caso, una buena clasificación puede ser esta:
- Para exterior: es mejor optar por especies autóctonas, por ejemplo coníferas o árboles de hoja caduca.
- Para interior: las especies de bonsái interior más adecuadas son las tropicales o subtropicales.
Otras cuestiones frecuentes y consejos para su cuidado
Si la especie que hemos escogido cultivar se va a mantener en interior, habrá que reservarle un lugar adecuado en la casa para que pueda crecer correctamente. La ubicación idónea es cerca de una ventana a través de la que pueda recibir, al menos, dos horas de luz al día.
Tiene que estar a una distancia de unos 50 cm para que el cristal no provoque un efecto lupa sobre sus hojas, ya que podría terminar provocando quemaduras. A la vez, tiene que ser un lugar con buena ventilación y donde la temperatura sea constante, es decir, lejos de fuentes de calor y frío como calefacción o aparatos de aire acondicionado.
Para saber cómo cuidar un bonsái interior hay que tener en cuenta también los siguientes aspectos:
Riego
Este punto es importantísimo en todas las especies de bonsái de interior para que este crezca fuerte y sano. La cantidad y la frecuencia exacta depende del tamaño del árbol, del tamaño de la maceta, de la especie, del entorno, la época del año, etc. La norma básica para un buen riego es humedecer la tierra hasta que el agua se drene por los orificios y después regar de nuevo solo cuando la superficie de la tierra se esté secando.
Crear un microclima
Como los bonsáis necesitan humedad constante, algunos expertos colocan el árbol sobre una bandeja plana más grande que la maceta y la cubren con grava volcánica, con algo de agua al fondo. Después se pone encima la maceta, de forma que toca la grava pero no el agua, y esta se va evaporando y creando un ambiente húmedo ideal para el bonsái.
Abono
Un abonado regular del bonsái durante su periodo de crecimiento es fundamental para su supervivencia. Los árboles normales extienden sus raíces por la tierra para buscar nutrientes, pero el bonsái no puede hacerlo dentro de una maceta. Por eso es imprescindible aportarles el contenido nutricional que necesitan para su subsistencia. Por otra parte, hay que elegir un sustrato adecuado a cada especie. Generalmente, para los bonsáis se utiliza una mezcla de turba, grava y piedras volcánicas.
Cultivar un bonsái es una experiencia muy divertida y satisfactoria, y desde aquí te animamos a intentarlo. ¡Muchos afirman que engancha!
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