El aloe vera es una de las plantas crasas más valoradas por los amantes de la jardinería, expertos y recién iniciados. No le faltan motivos. Además de sus múltiples bondades medicinales y cosméticas, los cuidados de esta planta son tan sencillos que apenas requieren esfuerzo. Solamente hay que tener en cuenta las necesidades de riego del aloe vera y el tipo de sustrato que más le conviene.
Cómo regar el aloe vera
Sabemos que una planta de aloe vera está en estado óptimo cuando sus hojas son turgentes, apuntan hacia arriba y tienen un bonito color verde oliva. Para lograr que se vea así de perfecto es importante saber cada cuánto se riega el aloe vera y la manera adecuada de hacerlo. Aunque se trate de una planta que no necesita muchas atenciones, sí es fundamental controlar el nivel de humedad, pues un exceso acabaría con ella, pero sin el agua necesaria no se puede desarrollar correctamente.
¿Cada cuánto se riega el aloe vera? Lo más recomendable es regarla con poca cantidad de agua, y con más frecuencia, que regarlo menos veces con agua abundante. La clave es vigilar que la tierra esté seca por completo antes de proceder al siguiente riego, y esto dependerá de la estación del año y de las circunstancias climatológicas de la zona geográfica, o de la temperatura y ambiente del hogar, si se encuentra en interior. Lo mejor es observar la planta para saber lo que necesita.
De forma aproximada, en las estaciones más frías, puede ser suficiente con un riego al mes. En primavera podemos regar un par de veces y en verano, la frecuencia de riego del aloe vera puede ser semanal.
Si nos encontramos en una zona cálida, y el aloe vera se encuentra al aire libre, puede pasar el invierno con el agua de la lluvia, a menos que sea un año muy lluvioso en cuyo caso lo mejor es protegerlo bajo techo. En las regiones más frescas, las plantas de aloe vera no resisten las estaciones frías a la intemperie, así que lo mejor es meterlas en casa, y colocarlas en un lugar donde no le afecte la calefacción.
A la hora de regar el aloe vera, también hay que tener en cuenta la calidad del agua porque, por ejemplo, las aguas alcalinas pueden sentarle mal a la planta. Es estos casos se recomienda utilizar una jarra depuradora para darle agua filtrada a los aloes.
Otros cuidados importantes del aloe vera
La tierra es otro de los aspectos fundamentales para el cuidado del aloe vera, ya que debe facilitar perfectamente el drenaje. Como todas las plantas crasas, el aloe vera es muy sensible al exceso de agua, por eso necesita un buen drenaje para que las raíces no se encharquen y poder sobrevivir. Para ello es importante utilizar un tipo de sustrato específico para cactus, que puede mezclarse con arlita o greda volcánica, que impiden que la tierra se compacte. Así, el suelo estará siempre suelto, para eliminar el exceso de agua y permitir que las raíces se puedan oxigenar correctamente.
Si no tenías claro cómo regar el aloe vera, con estos sencillos consejos podrás tener tu planta fuerte, sana y bonita.