Las plantas acidófilas, como indica su nombre, son aquellas que necesitan suelos ácidos para poder desarrollarse y florecer. Se trata de plantas procedentes de Asia, sobre todo de Japón y China, regiones con climas de estaciones diferenciadas y abundantes precipitaciones durante todo el año.
Características de las plantas acidófilas
Este grupo de plantas crece en terrenos ácidos con un pH entre 5,5 y 6,5; de lo contrario, si el pH es más alto, generan problemas de clorosis en las hojas. La clorosis se produce cuando la planta no puede absorber correctamente, a través de su sistema radicular, minerales como el hierro o el magnesio. La consecuencia es que las hojas comienzan a amarillear y, si no se soluciona, terminan cayéndose.
Si bien son plantas originarias de otros climas, es posible que puedan florecer y mantenerse sanas en nuevos ambientes, siempre y cuando se sigan algunas pautas para facilitar su adaptación.
Cuáles son las plantas ácidas o acidófilas
Hortensia
Las hortensias son arbustos muy populares y muy bonitos. Sus hojas son grandes, de color verde oscuro y tiene los bordes aserrados. Sus flores características brotan agrupadas en una espectacular bola, y pueden ser de varios colores.
Arce japonés
El arce japonés o Acer Palmatum es un árbol único e inconfundible que se caracteriza por unas hojas palmeadas que en otoño se vuelven de rojo o naranja intenso. Es una especie que hace que cualquier jardín adquiera una excepcional belleza. Además, tolera muy bien la poda y es frecuente verlo como bonsái.
Camelia
La camelia da una flor de aspecto delicado, muy similar a la rosa. Es un árbol pequeño o un arbusto que no tolera bien los veranos demasiado calurosos ni los ambientes muy secos. Sus hojas verde oscuro presentan unos característicos bordes aserrados, y las flores pueden ser de diferentes colores como blanco, rosa o naranja.
Daphne odora
La Daphne odora es un arbusto que se distingue fácilmente por sus hojas alargadas y lanceoladas con los bordes ribeteados de un tono más claro. Las flores son pequeñas y rosadas, con cuatro delicados pétalos y muy aromáticas. Se puede plantar en una maceta.
Rododendro y azalea
Estas dos plantas lucen unas flores muy elegantes y bonitas, de colores variados que van desde el rosa más delicado hasta un fucsia o un rojo intenso. Ambas pueden crecer como arbusto en un jardín o en una maceta. Se diferencian en que las hojas del rododendro son más alargadas, y las de la azalea, más redondas y pequeñas. Toleran bastante bien las temperaturas, aunque conviene evitarles el frío o el calor extremos.
Para cultivar estas plantas lo más importante es controlar la alcalinidad del suelo. Para ello se puede utilizar un medidor de pH y comprobar si es el adecuado para las acidófilas. Si no lo es, se puede corregir con un sustrato específico para este tipo de plantas. También hay que vigilar que ni el suelo ni el agua de riego tengan demasiada cal.
Manteniendo el pH del suelo, nuestras plantas acidófilas podrán crecer todo el año de manera espléndida.