La trufa negra, trufa de Périgord o Tuber melanosporum es un hongo que crece bajo el suelo y es muy apreciado en la gastronomía por su intenso aroma. Tiene un aspecto negruzco con una superficie verrugosa, y aunque no es especialmente atractivo a la vista, tiene un gran valor económico. Aquí te explicamos cómo recolectar trufas sin perro.
Cómo buscar trufa negra
Si alguna vez te has preguntado cómo encontrar trufas negras, lo primero que hay que hacer es conocer las estaciones adecuadas. No merece la pena lanzarse al bosque antes de la temporada, ya que suelen desarrollarse entre diciembre y marzo. Existe una variedad de verano que emerge entre los meses de mayo y agosto, pero no es tan apreciada como la de invierno, ya que su sabor es menos intenso.
Las trufas crecen a cierta profundidad bajo el suelo, lo que significa que no se ven a simple vista, por eso es frecuente recurrir a perros adiestrados, cerdos o jabalíes, para que las encuentren gracias a su agudo sentido del olfato. Pero como no todo el mundo tiene esta posibilidad, es interesante saber cómo buscar trufas sin perro o ningún otro animal.
Cómo puedes recolectar trufas sin perro
Una de las alternativas más curiosas y tradicionales es usar un tipo de mosca llamada Suilla gigantea. Este insecto es capaz de encontrar trufas rápidamente y se pueden adquirir en tiendas especializadas en insectos. Esta especie de moscas se sienten naturalmente atraídas por el fuerte aroma de la trufa negra y se posa en la tierra, encima del hongo para poner allí sus huevos. El procedimiento es fácil, pero requiere cierta experiencia y muy buena vista para poder observar a la mosca en todo momento.
¿Cómo buscar trufa negra sin mosca? Hay otra opción que consiste en encontrar los bosques donde con mayor probabilidad crezca este valioso hongo. Las trufas crecen en asociación con las raíces de diferentes árboles, y tienen preferencias. Suelen desarrollarse en zonas de encinas, coscojas, quejigos, tilos, avellanos o robles. Tienen preferencia por los claros soleados en este tipo de bosques, y en ocasiones se pueden localizar porque se forman unas ligerísimas elevaciones en el terreno con pequeñas grietas si la trufa es grande.
Una tercera opción es cultivar la trufa negra, aunque esto se debe hacer en un terreno amplio, donde se puedan plantar árboles (encinas, robles o avellanos) inoculados con el hongo. De esta forma, el árbol llevará el hongo en la raíz y se creará la relación de simbiosis necesaria para su crecimiento.
Cómo se extrae la trufa negra y su preparación
Una vez descubierto el truco de cómo encontrar trufas negras y localizadas en el punto exacto, hay cavar un hueco alrededor utilizando un cuchillo de hoja triangular (cuchillo “trufero”), hasta dar con el hongo y poder extraerlo. Para su conservación se recomienda envolver la trufa en un papel absorbente e introducirla en un tarro de cristal con cierre hermético, e ir cambiando el papel cada día hasta el momento de consumirlo. Para disfrutarla con toda su frescura, es mejor utilizarla antes de que pasen diez días.
Se debe lavar antes de cocinarla, utilizando agua fría hasta retirar los restos de tierra que haya podido quedar adheridos a su superficie. El corte que recomiendan los expertos es el laminado, ya que permite sacar el mayor partido a sus características aromáticas. No necesita demasiado calor y una pequeña cantidad de trufa aportará un sabor y un olor de gran sofisticación a cualquier plato.
La mejor forma de combinar este delicioso hongo es utilizando algún ingrediente graso, como mantequilla, huevos o aceites, ya que absorben todo su aroma. Por ejemplo, se puede utilizar para aromatizar un aceite de oliva, en risottos, platos de pasta, salsas…
Ahora que sabes cómo recolectar trufas sin perro, solo falta esperar a la mejor época para lanzarse a la aventura.