Las plantas de interior con flor pueden transformar con sus colores y aromas cualquier ambiente donde las coloques. Para muchas personas con vidas ajetreadas, mantener una planta supone un reto difícil, ya que pueden olvidar regarlas, nutrirlas con fertilizantes, podarlas, etc. Sin embargo, algunas de estas plantas son tan resistentes que hasta los más olvidadizos e inexpertos las pueden mantener sin demasiados problemas.
Top 7 plantas de interior con flor resistentes
Violeta africana
La violeta africana, también conocida como Saintpaulia, es una de las plantas de interior más resistentes y puede mantener su flor durante todo el año. No necesita sol directo, pero sí luminosidad. Es conveniente mantenerla en un rango de temperatura que oscile entre los 10 y los 24 °C, aunque su rango óptimo está entre los 17 y los 21 °C.
No es necesario regarla muy a menudo, un exceso de agua puede dañar las raíces, y conviene hacerlo añadiendo el agua al plato para que lo absorba el sustrato. No está de más podar algunas hojas de vez en cuando para permitir que la luz llegue a toda la planta y retirar las flores marchitas para que broten otras nuevas.
Para la tierra de la maceta podemos utilizar sustrato universal, abonando con un poco de fertilizante en el agua cada 3 semanas en primavera y verano.
Anturio rojo
Otra de las plantas de interior con flor más resistentes en el anturio. Originaria de las zonas subtropicales de América Central y del Sur, puede florecer durante todo el año y, aunque el color más habitual es el rojo, también puede hacerlo con flores púrpuras, naranjas, blancas y de otros colores.
Necesita mucha iluminación, pero sin sol directo. Requiere ambientes cálidos, entre 15 °C y 28 °C. En cuanto al sustrato, debe ser esponjoso para drenar fácilmente y favorecer que las raíces permanezcan bien aireadas. Podemos regarla dos o tres veces en verano y una en invierno, pulverizando la planta de vez en cuando para mantenerla húmeda.
Espina de cristo
La espina de cristo, o corona de espinas, es una planta que presenta espinas de color grisáceo en sus tallos. Es una planta de interior con flor todo el año de gran porte, puede alcanzar el metro y medio de altura. Resiste bien temperaturas bajas, aunque nunca por debajo de 0 °C, y necesita espacios bien soleados.
Debemos regarla con moderación, evitando que el agua quede estancada en el plato. Necesita sustratos que drenen bien, ya que el encharcamiento de las raíces puede provocar daños.
Bromelia
Esta planta originaria de Brasil tiene una gran capacidad de adaptación. Con hojas largas y duras, presenta una flor central de colores llamativos y un cáliz profundo. Necesita temperaturas que oscilen entre 15 y 25 °C.
Para su cultivo podemos utilizar un sustrato universal, abonando ligeramente en época de crecimiento con algún abono para orquídeas. En cuanto al riego, basta con pulverizar la planta con agua dos o tres veces por semana.
Clivia
La clivia es una planta de interior resistente con una vistosa floración anaranjada o amarilla, normalmente durante la primavera.
No necesita sol directo, pero sí buena iluminación. Debe ser regada con moderación, ya que acumula agua en hojas y raíces. Podemos cultivarla en sustrato universal y abonarla cada 15 días desde marzo a septiembre con un poco de fertilizante líquido, con microelementos como el hierro, disuelto en la regadera.
Espatifilo
Esta planta, también llamada lirio de paz, presenta hojas verdes y flores blancas y alargadas que, aunque pueden estar presentes durante todo el año, suelen brotar a principios de primavera y mantenerse hasta finales del verano. Según algunos estudios, retienen moléculas tóxicas del aire, purificándolo.
Necesita luz, pero no es conveniente situarla bajo la acción directa del sol. Su rango óptimo de temperatura está entre los 15 y 25 °C. No es exigente en cuanto al sustrato, únicamente requiere un buen drenaje. Debemos regarla cuando su sustrato esté seco, con frecuencia y en pequeñas cantidades, y procurando no encharcar el plato. Podemos abonar desde la aparición de las flores con abonos NPK ricos en nitrógeno.
Árbol de jade
Esta planta de hojas carnosas de color verde puede vivir tanto en exterior como en interior, en suelo o maceta, sin mayores dificultades. Florece de primavera a otoño con flores estrelladas de pequeño tamaño que pueden ser blancas o rosáceas. Requiere sol directo y temperaturas cálidas o templadas.
Para su sustrato se puede utilizar una mezcla de gravilla, tierra y arena gruesa, o algún sustrato para cactus, regando solo cuando el sustrato esté seco. Podemos abonarla con un fertilizante diluido para cactus y crasas durante los meses de crecimiento.
El cuidado de plantas de interior con flor es una buena forma de tomar contacto con el mundo de la jardinería, especialmente si manejamos variedades resistentes y con pocos requerimientos. El beneficio que nos aportan va más allá de decorar nuestra casa, ya que pueden tener efectos psicológicos muy positivos, nos ayudan a calmarnos si estamos tensos y nos animan en momentos difíciles, entre otros muchos. Una experiencia que todo el mundo debería probar.