El cultivo hidropónico es una técnica muy antigua que se basa en el cultivo de plantas a base de agua. De hecho, el nombre de este arte añejo proviene de las palabras griegas hydor (agua) y ponos (trabajo).
Hoy en día, la hidroponía ha resurgido con fuerza y se ha convertido en una técnica muy popular entre los agricultores y jardineros.
Qué es el cultivo hidropónico
Una de las características principales de los cultivos hidropónicos es que no requieren de suelo. En vez de eso, este tipo de cultivo se realiza en pequeños recipientes donde se colocan los nutrientes y sustratos necesarios para el desarrollo de la planta. Generalmente, los tipos de sustrato más utilizados para un huerto hidropónico son la arcilla expandida, la lana de roca, la vermiculita, la fibra de coco o la zeolita.
Como su nombre indica, el elemento fundamental de la hidroponía es el agua, por lo que es importante procurar un buen sistema de riego.
Ventajas del cultivo hidropónico
A continuación, vamos a ver algunas ventajas de este sistema de cultivo:
- Reduce los residuos de agua.
- Reduce el uso masivo de pesticidas.
- Optimiza el espacio.
- Asegura la irrigación en toda el área de la raíz.
- Aumenta el rendimiento e incrementa la calidad de producción.
- Elimina la presencia de plagas y maleza.
- Favorece el descanso de la tierra.
- No depende de las condiciones climáticas.
Por otra parte, es necesario aclarar que la hidroponía requiere de mucho cuidado y energía.
Cómo funciona este tipo de cultivo
En un cultivo tradicional, los nutrientes se encuentran en el suelo y alcanzan a las plantas a través de sus raíces. Sin embargo, en un sistema hidropónico, se añaden los macronutrientes directamente al agua.
Por otra parte, también existe la posibilidad de cultivar las plantas de hidroponía en interior y sin necesidad de la luz del sol. Esto, obviamente, se consigue a través de lámparas especiales.
Habitualmente, podemos encontrar varios tipos de cultivos hidropónicos con distintas características. Sin embargo, una de las diferencias fundamentales de los diversos sistemas hidropónicos radica en cómo se usa la tecnología: si bien es cierto que existen cultivos de alta tecnología en invernaderos de última generación, también podemos encontrar cultivos hidropónicos caseros a base de materiales reciclados.
Cómo crear un huerto hidropónico
Para construir un cultivo hidropónico, lo primero que necesitas es un recipiente opaco cuya profundidad sea de unos 30 centímetros como mínimo. Es importante que hagas un agujero en la base para poder cambiar el agua con regularidad.
Encima de este recipiente, debes colocar una tabla de madera con orificios, a través de los cuales insertarás las raíces de las plantas con cuidado de no dañarlas. Es muy importante que las raíces lleguen a sumergirse en el agua.
Para sujetar las plantas al recipiente, necesitarás un sustrato. Gracias a este material, la planta retendrá los alimentos proporcionados por el riego y contará con la oxigenación suficiente.
También necesitarás una bomba aireadora, similar al de las peceras, y un tubo de plástico perforado para insertar en el recipiente. De esta forma, podrás oxigenar el agua varias veces al día.
Como vemos, el cultivo hidropónico es una buena opción para cultivar alimentos con un menor gasto de agua y una mejor optimización del espacio.